La Central Mayorista de Antioquia le apostó a principios de este siglo, a la publicación de un medio impreso que le hacía competencia a Fenalco Antioquia y su boletín para los tenderos. Allí comencé a escribir sobre publicidad y mercadeo en serio y juiciosamente. Tenía que producir un artículo claro, sencillo y útil cada quince días. Realmente escribir para Don Tendero fue una experiencia muy satisfactoria pues sentía que verdaderamente estaba contribuyendo desde mi conocimiento de publicista y gomoso del mercadeo, con el crecimiento de los pequeños comerciantes de mi región. Aquí les comparto algunos de los recortes que conservo.